Durante el siglo XVIII confluyeron en el entorno linajístico de los Álvarez de Toledo un conjunto de importantes casas aristocráticas. Fruto de la política matrimonial seguida por sus titulares generaciones atrás, en el último tercio de ese siglo llegaron a estar reunidas temporalmente, en cabeza de un mismo señor, las de Villafranca, Montalto, Vélez y Medina Sidonia. Por su parte, la casa mayor de los Toledo, Alba, se vio igualmente afectada por ese movimiento centrípeto hacia el linaje, renovando y reforzando los vínculos entre parientes. Este artículo tiene por objetivo principal analizar la forma en la que se llevó a cabo la transmisión de la distinción y el estatus aristocrático a partir de dos momentos singulares: el primero, tiene que ver con el comportamiento matrimonial seguido por la casa de Medina Sidonia desde finales del siglo XVII hasta que en 1779 sea integrada bajo el gobierno de un Álvarez de Toledo; el segundo, tras la muerte de la XIII duquesa de Alba en 1802, la disolución de la unión con Villafranca y el reparto de los bienes libres. Las razones que operan en uno y otro momento pueden ayudarnos a estudiar las motivaciones que condujeron a la formación y desarrollo de semejante conglomerado de casas, así como la evolución de los valores aristocráticos en la España de la segunda mitad del siglo XVIII.