“…En la configuración del trabajo en el comercio minorista esta relación se complejiza en cuanto al tamaño de la empresa. Primero en su expresión a nivel local, ya que el comercio minorista tradicional y de pequeñas y medianas empresas sostienen rasgos "tradicionales" diferentes a los observados en la mayoría de los estudios sobre esta dimensión que se enfocan a los servicios encuadrados por empresas multinacionales o nacionales con establecimientos que al por menor terminan organizándose sobre configuraciones modernas donde destacan la presencia de establecimientos multirubro (Abal Medina, 2005;Fernández Milmanda, 2010;Guiamet, 2017;Radiciotti y D'urso, 2013;) a rubros específicos (aquí se incluyen establecimientos de grandes superficies como supermercados y tiendas especializadas como aquellos de venta de artículos electrónicos, para el hogar solo por nombrar algunos); a ello se suman formas flexibles de gestión del trabajo (contratos a corto plazo o plazo fijo, eventuales, con jornadas de trabajo adaptables a las necesidades del establecimiento), incorporación de nuevas tecnologías de control (cámaras, software de registro electrónico de productos, de asistencia, publicidad digital, compras desde el hogar, entre otras) y profesionalización de la administración (contratación y organización integral de equipos con especialistas en áreas contables, de marketing, legales, sistemas, entre otras) (Lira, 2005 en Stecher, Godoy y Toro, 2010; OIT, 2014). Estos formatos cumplen un rol crucial en la determinación de las relaciones de trabajo al interior del establecimiento entre empleadores, empleados y clientes; quizás de forma más homogénea con expresiones claramente identificables tanto en términos de control y gestión del proceso de trabajo.…”