“…En Iberia, ese largo enfrentamiento bélico, arrastrado desde la caída de Focea, debió proseguir hasta los últimos años del siglo VI a. C., cuando el «horizonte de importaciones griegas de c. 500 a. C.» documenta una nueva y agresiva política comercial de los focenses centrada en el Sureste, que buscaba penetrar desde esas costas hacia el interior por vía terrestre para alcanzar los mercados de la Alta Andalucía y la Celtiberia en la Meseta Oriental, esfuerzo que prosigue a lo largo del siglo V a. C. hasta la reacción púnica de la segunda mitad del siglo IV a. C. Este deseo expansivo de los focenses en el Sureste explica el florecimiento de las importaciones, asociadas a influjos estilísticos e ideológicos, transformaciones que son la clave para entender la personalidad de la Cultura Ibérica, cuando surgen las ciudades-estado características de la misma tras el periodo orientalizante. También con este proceso se podrían relacionar algunas discutidas fundaciones que mencionan las fuentes con poca precisión, como la supuesta colonia focense de Mainake (OM 426-431) en la Costa del Sol (Niemeyer, 1979(Niemeyer, -1980Aubet, 2005;García Alfonso, 2018: 60-62) y, más próximas a la desembocadura del Segura, las tría políchnia Massaliotōn, de las que la más conocida y antigua sería Hemeroskopeion, citada en la Ora Maritima de Avieno (OM 476), por lo que pudiera corresponde a este horizonte cronológico (Pena, 2002: 25 s.), además de Alonis y Akra Leuke, de cronología más discutible (Str. III,4,6;García Bellido, 1948: I, 239 s.;Rouillard, 1982;1991: 303-306.;Privitera, 2007: 47 s.).…”