“…Durante el terremoto de la Ciudad de México (1985), la red hospitalaria sufrió daños considerables en sus infraestructuras, particularmente el Centro Médico Nacional del Instituto Mexicano de Seguro Social (IMSS) que, en ese entonces, era el principal centro médico del país, el cual tuvo que ser evacuado casi en su totalidad, reduciendo considerablemente la disponibilidad de sus 2 306 camas. 14,15 También el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales para los Trabajadores del Estado (ISSSTE) se vio afectado en la prestación de sus servicios, ya que perdió 867 camas, las cuales representaban 36% de su capacidad instalada. Igualmente, la Secretaría de Salud se vio afectada al perder 2 158 camas, que representaban 43% del total de camas del área metropolitana, entre la cuales se encontraban más de 700 de éstas pertenecientes al Hospital Juárez y a la torre de Ginecobstetricia del Hospital General de México.…”