“…Como la tarea de las mujeres en la sociedad española de aquellos años estaba vinculada a la esfera doméstica, realizar las tareas de la casa, ocuparse de la educación de los hijos y centrarse en ser esposa, las mujeres que conseguían acceder a tener estudios no formaban familias o se quedaban solteras (Montero, 2010). Por mencionar a algunas mujeres con méritos académicos en diversos campos, encontramos a la abogada y activista política Victoria Kent, a la investigadora química Dorotea Barnés, a la feminista comprometida y escritora Clara Campoamor, a la pedagoga y humanista María de Maeztu, a la ensayista María de Zambrano o a la filóloga y profesora María Goyri, quienes, o bien no estuvieron casadas, o bien, aunque casadas, no llegaron a tener hijos.…”