“…Estamos agradecidos con Alejandra Reyes del Instituto de Conservación Forestal (ICF); Alejandro Orellana, Cristopher Antúnez y Diego Mazier de ASICH; Alejandro Velásquez, Celeste López, Ciro Amador, Marco A. Espinoza, José Manuel Alemán, Paola Arguijo, Odair Almeida y las comunidades aledañas de todas las áreas protegidas muestreadas; Esmelyn Guzmán, Gersón Casco, Nora Cabrera e Irene Sánchez del programa nacional de guarda recursos del SINAPH; FIPADEH, Comando de Apoyo y Manejo al Ecosistema y Ambiente (C9), Unidad Humanitaria de Rescate (UHR), la Alcaldía Municipal de Guaimaca, Maribel Márquez, personal y guías de campo de JAPOE, a Nereyda Estrada de la Escuela de Biología de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras, Hefer Ávila y Franklin Castañeda de Corporación Panthera, y Travis King y Daniel Thornton de la Universidad Estatal de Washington por ayudar a realizar los esfuerzos de campo; y a cuatro revisores por sus comentarios para mejorar el manuscrito. En áreas más extensas de bosques, como las de la RHBRP (Medina-Fitoria et al, 2020), hay más probabilidad de presencia de la especie, incluyendo en áreas alteradas (como la zona de amortiguamiento) o áreas más conservadas (zona núcleo). Sin embargo, aún hay muchas áreas en en las cuales se desconoce la diversidad y ecología de mamíferos e inclusive su relación con las actividades antropogénicas (p. ej.…”