“…De aquí que la institución familiar resulta ser un objeto de estudio sumamente importante, ya que al observar la manera en que la familia asimila y se adapta a los cambios sociales y culturales, como la migración laboral internacional, es posible estudiar los cambios que surgen dentro de los hogares y en las sociedades de las que hacen parte (Quintín 2003). Así mismo, resulta fundamental conceptualizar a la familia no sólo como una idea abstracta o ideal sino como una realidad social, por cuanto su posición como institución objetiva y a la vez como grupo de individuos (colectivo) la ubica en el centro de las tensiones y los desarrollos de la sociedad, siendo factor de cohesión, pero también de conflicto entre agentes (Bourdieu 1997).…”