“…El blanco es el antígeno TRIM21, cuyo bloqueo desencadena desregulación inmune, lo que lleva a incremento en la producción de inmunoglobulinas y citocinas proinflamatorias. 1 Este hallazgo cobra importancia en el estudio de la infección por SARS-CoV-2, pues se ha observado que contribuye a desregulación (tormenta de citocinas) y daño tisular directo inducido por el virus mediante inmunocomplejos, lo cual deriva en síndrome de COVID-19 prolongado. 2 Recientemente, se encontró que los pacientes con la variante Delta de SARS-COV-2 exhibían niveles séricos más elevados del anticuerpo, con un promedio de 496 UI/mL (Tabla 1), 3 en comparación con otras subvariantes de COVID-19.…”