Introducción: Las fracturas aisladas del hueso grande son muy infrecuentes en los niños y se producen por traumatismos de alta energía. Pueden pasar desapercibidas en la valoración inicial y las radiografías solo permiten identificar las lesiones en huesos osificados, por lo que son necesarias pruebas complementarias, como la resonancia magnética, para descartar posibles lesiones del carpo asociadas, sobre todo en menores de 10 años. Se presenta el caso de una fractura aislada del hueso grande con aparición de quiste sinovial por causa traumática en un paciente pediátrico, tratado mediante inmovilización con yeso antebraquial durante cuatro semanas, con buena evolución.
Conclusión: El manejo de estos casos depende de la gravedad de la lesión y, aunque por lo común evolucionan bien con un tratamiento conservador, su diagnóstico precoz permite elegir la mejor opción yevitar posibles complicaciones, como la falta de consolidación o la necrosis avascular.Nivel de Evidencia: IV