La discusión acerca de la naturaleza artístico-literaria del cómic no es nueva ni se ha desprovisto de los viejos prejuicios que le acompañan desde su masificación como objeto de lectura. A este debate se le suma la aparición de una novedosa denominación: Novela Gráfica. Por tal motivo, el presente artículo de reflexión analiza si existe una distinción entre cómic y novela gráfica, y propone, en lugar de asumirlo como literatura, abordar el cómic a la luz del concepto literatura menor, planteado por Deleuze y Guattari, como una solución que garantiza su autonomía y validez como producto cultural.