Linfangitis carcinomatosa pulmonar. Correlaciones Clinico-morfologicas

Carcinoma escamoso bronquial en la adolescencia

“…El sistema linfático a nivel pulmonar se constituye de 2 redes de conductos; una de manera superficial que se dirige de forma supleural por toda la periferia pulmonar realizando la recolección de linfa originada en cavidad pleura y zonas periféricas de los lobulillos pulmonares; y otro conducto profundo que se constituye por los vasos linfáticos de los septos interlobulillares y que continúa hacia el hilio junto a los vasos linfáticos peribronquiales y perivasculares que recolectan de esta manera la linfa del pulmón restante (Muñoz et al, 1984).…”

“…Aunque teóricamente es posible la existencia de dos circuitos de flujo linfático pulmonar en dirección hacia el hilio: uno periférico y subpleural y otro profundo y radial a través de los linfáticos que rodean al árbol broncovascular, Trapnell y la mayoría de autores consultados, piensan que en circunstancias normales prácticamente la totalidad del flujo linfático pulmonar tiene lugar por el sistema profundo y radial gracias a las numerosas interconexiones que existen entre ambas redes a nivel de los linfáticos de los septos pulmonares. (Muñoz et al, 1984 p.152) Debido a la estructura del sistema linfático pulmonar y sus diversas interconexiones entre sí, no es extraño pensar que numerosos tumores de diverso origen utilicen este medio como una vía excelente de diseminación tumoral a través de los pulmones (Muñoz et al, 1984).…”

“…La linfagitis carcinomatosa está caracterizada por la diseminación a nivel linfático retrógrado desde los ganglios linfáticos afectados, mediante los canales linfáticos que provienen de la pleura y del diafragma, llegando así a través del conducto torácico a los ganglios hiliares y mediastínicos. Ocurre en aproximadamente de 6 al 8% de metástasis pulmonares (Muñoz et al, 1984). Los cambios fisiopatológicos que ocurren en la linfangitis carcinomatosa fueron descritos por primera vez por Andral en 1824, Virchow en 1855 y Wagner en 1863; pero el término como tal fue introducido en el año de 1873 por Trosier (Klimek, 2019).…”

“…Según el estudio de Muñoz et al, de 29 casos estudiados con linfangitis carcinomatosa, en 19 de ellos las manifestaciones clínicas respiratorias fueron dominando el cuadro clínico; dentro de estas manifestaciones clínicas torácicas se manifestaron: disnea, tos, dolor torácico, expectoración, hemoptisis, crisis broncoespásticas y adenopatías palpables (Muñoz et al, 1984).…”