Liderazgo(s) en movimiento: el ejercicio del poder de las mujeres metodistas de León, Guanajuato

Abstract

De quién he aprendido la importancia de reinventarse, adueñarse de una misma y construir un camino propio con esfuerzo, alegría y amor.

Prácticas y creencias de mujeres indígenas evangélicas migrantes en torno a la violencia de género

“…Amador-López (2019) al estudiar la violencia de género entre mujeres evangélicas gitanas en Barcelona, detecta que son las pastoras y otras hermanas las que coadyuvan a un mejor tratamiento solidario con quien padece la violencia, lo cual genera un ambiente de apertura a hablar del tema y presión social hacia los hombres que ejercen violencia. Sin embargo, ser pastoras o tener un cargo en una iglesia, como la metodista, no implica una plena aceptación sociocultural del papel de la mujer, pues distintas fuerzas las buscan coercionar para que se sometan a un papel tradicional (Mazariegos, 2021).…”

“…Sin embargo, la ciudad les da opciones eclesiásticas y extra eclesiásticas a muchas que no logran encajar en este modelo de feminidad, permitiéndoles vivir con mayor libertad de vestir de manera cómoda (moderna y sensual en algunos casos). Aun cuando no cambien de iglesia, mantienen cierta autonomía, ventaja que otorgan la gran ciudad y la capacidad de agencia (Romero et al, 2020;Mazariegos, 2021).…”

“…La escala de análisis utilizada es la que Mazariegos (2021) establece como "El nivel subjetivo e intersubjetivo, la identidad y posicionamiento de cada una desde su experiencia de vida, enmarcados en el trabajo religioso como el espacio donde las mujeres conviven, establecen alianzas y vínculos socio-afectivos" (Mazariegos, 2021, p. 87). Las sociedades femeniles evangélicas como los espacios más propicios y cercanos para esta convivencia femenina, aunque no los únicos, pues algunas cuentan con relaciones afirmadas por paisanaje, amistad y familiaridad.…”

Reflexiones metodológicas y puentes en diálogo colectivo: escribir/investigar sobre emociones, cuerpo, afecto y sensibilidades

“…Con las mujeres metodistas, el cuerpo -como categoría de análisis-, sus cuerpos -sociobiológicos-, el mío y las emociones estuvieron en constante diálogo mediante la participación en una serie de actividades estilo coaching, a través de las cuales se desplegaban prácticas y técnicas de la gestalt. Se utilizaban objetos -muñecas, espejos, ejercicios de escritura y autodescripción-para proyectar imágenes y evocar recuerdos vinculados a las violencias vividas en carne propia o como testigxs (Mazariegos, 2020). Estos recuerdos eran trabajados mediante la enunciación pública del dolor, la tristeza, el enojo, la duda o la gratitud a través del testimonio.…”

“…to; coloqué aquí metáforas ambivalentes; por ejemplo, la noción del cuerpo como templo y pecado, a partir de la cual se establecía una normatividad de comportamiento; con relación a ello, se hablaba constantemente de trabajar el "sentimiento de hermandad", que se vuelve una expectativa; las tensiones existentes se gestionan en el "amor en Cristo" y por lo tanto debe ser nutrido en lo cotidiano mediante una comunicación respetuosa, la solidaridad con el y la prójima, la gestión del enojo para no excederse con las palabras y los actos. En rojo ubiqué aquello que me provocaba tristeza, frustración, enojo, las metáforas que aludían a situaciones de violencia vivida: "nosotras estamos rotas", "rotas del corazón" (Mazariegos, 2020).…”