“…Consideramos que, para aprender correctamente una lengua, la exposición a esta resulta un factor clave, ya sea de forma activa o pasiva, oral o escrita. En lo que respecta a las distintas prácticas relacionadas con la lectura, se ha constatado, en estudios previos, que tienen una incidencia positiva en la comprensión lectora y el aumento del vocabulario tanto en lengua materna (Castillo-Fadić, Sologuren, 2020;Juárez, 2019) como en lengua extranjera (Brown, Waring, Donkaewbua, 2008;Jiménez-López, Santos-Díaz, Trigo, 2019). Además, desde el ámbito de la disponibilidad léxica, se ha comprobado que los estudiantes más lectores pueden reconocer más vocablos especializados (Cepeda et al, 2017;Santos-Díaz, 2017).…”