Chomsky y sus seguidores suelen presentar el minimalismo lingüístico como un «programa», en el sentido de que se limita a introducir unas líneas maestras para la elaboración de teorías gramaticales propiamente dichas. De acuerdo con esta interpretación ortodoxa, a estas teorías cabe atribuirles un contenido fáctico, es decir, expuesto a falsación empírica, pero el programa como tal es inmune a este tipo de refutación. Este artículo rebate esta visión del «programa» minimalista y plantea una reconceptualización tanto del minimalismo como del generativismo en sus diferentes fases de desarrollo. Según esta propuesta, la tesis minimalista tiene un contenido fáctico y el minimalismo, aunque puede calificársele trivialmente como programático, un carácter ineludiblemente teórico.