ResumenIntroducción: La lactancia materna (LM) puede ser un factor protector de la obesidad y sus complicaciones metabólicas. Objetivo: Determinar la asociación entre el antecedente de amamantamiento y la presencia de obesidad, síndrome metabólico (SM) y resistencia insulínica (RI). Pacientes y Méto-dos: Estudio transversal en 20 escuelas públicas de Santiago, Chile. Se evaluó antropometría, presión arterial, perfil lipídico, glicemia, insulinemia e índice HOMA. Los padres respondieron una encuesta sobre el antecedente de LM. Se definió SM según criterios de Cook y RI como HOMA > percentil 90. Resultados: Se recibieron 3.278 encuestas válidas. La edad promedio fue de 11,4 ± 1 años, siendo 52,3% mujeres. La mayoría (98,2%) recibió LM, con una prevalencia de 15,9% de obesidad versus 18,6% en los que no la recibieron (p = 0,039). Hubo una tendencia no significativa a que SM y sus componentes, excepto RI, fueran más prevalentes en el grupo no amamantado. Los escolares que recibieron LM por 3-6 meses presentaron una menor prevalencia de obesidad y de algunos componentes de SM que los que recibieron menor tiempo o no la recibieron; el efecto fue inverso cuando la LM se prolongó por más de 9 meses. Conclusiones: La prevalencia de obesidad fue mayor en los escolares que no fueron amamantados. Durante el primer semestre, la LM de mayor duración se asoció a menor prevalencia de obesidad y complicaciones metabólicas.
IntroducciónChile vive una transición epidemiológica acelerada, caracterizada por una epidemia de enfermedades crónicas no transmisibles, presentes en gran parte del mundo. La mayoría se inicia en la niñez y favorece la aterosclerosis temprana [1][2][3][4][5] , por lo que es fundamental potenciar estrategias preventivas, entre las cuales la lactancia materna (LM) surge como un factor protector [6][7] . La LM es óptima para el recién nacido y lactante, una situación que ha llevado a la Organización Mundial de la Salud a recomendarla como único alimento durante los seis primeros meses de vida y hasta los dos años o más, complementada con una alimentación saludable. Por su composición en nutrientes, factores tróficos e inmuno-moduladores pudiera además proteger de la obesidad, enfermedades crónicas 8-10 y del Síndrome Metabólico (SM). Este último se asocia a un alto riesgo cardiovascular y ha sido definido como la coincidencia de al menos tres de cinco componentes: obesidad abdominal, hipertensión arterial sistólica o diastólica, hipertrigliceridemia, bajo colesterol ligado a lipoproteínas de alta densidad (CHDL) e hiperglicemia de ayuno
11. Según estos criterios adaptados a la edad pediátrica, la prevalencia de SM en escolares chilenos de 10 a 14 años es de 7,3% 12 , cuyo factor etiopatogéni-co principal es la resistencia insulínica (RI), mediada por señales de los adipocitos y con mayor impacto en individuos genéticamente suceptibles 13 . En Chile, la obesidad alcanzó en 2015 una prevalencia de 24,2% y el sobrepeso 26,9% en niños de primer año básico 14 . Su tratamiento requiere de cambios de estilo de vida pe...