“…Formar a púberes y adolescente comprometidos con su entorno es quizá más valioso que la aritmética o una función química, pues de nada servirá desarrollar éstas valiosas temáticas, si ya no estamos; entonces, las experiencias de aprendizaje debe girar en torno a situaciones de práctica ambiental, importará mucho en los estudiantes fortalecer valores, actitudes de cultura y respeto ambiental, desde el espacio donde este, sea; aula, laboratorio, gabinete, área deportiva, biblioteca, patio escolar, etc., todos pueden hacer algo, de lo contrario será demasiado tarde para la vida en general y del hombre en particular. Con estas prácticas de sinergia ambiental, daremos a conocer que la naturaleza es sujeto de derechos (Barranquero & Candón, 2021). Una manera de participación estudiantil en el tema ambiental es a través de los "Clubes Ecologistas" o "Clubes Ambientalistas", conformado por un grupo de estudiantes, que al margen de su labor académica buscan instalar en sus pares prácticas de cultura ambiental, para que ésta tarea la asumamos todos, mediante estrategias de educación como las organizaciones estudiantiles en las escuelas, en procesos de sensibilización para así contrarrestar los impactos generados por la contaminación desde los mismo espacios escolares (Nieto, 2021).…”