“…Para esa misma época propondrá al cogito Cartesiano como un punto de referencia importante en la construcción de las nociones sujetoobjeto dentro de la teoría freudiana, sin embargo, dejará por sentado la necesidad de establecer un distanciamiento que de testimonio de los avances teóricos de una praxis que se sostiene en el marco de los nuevos desafíos. En esta perspectiva para 1965 comunicará qué, el sujeto sobre el cual opera el psicoanálisis no puede ser sino el sujeto de la ciencia, aunque esto resulte paradójico, es ahí, donde debe hacerse una demarcación (Carvalho & Guerra, 2013;Santos, 2014;Vorsatz, 2015). El problema a decir del autor ha sido la falta de capacidad por parte de los discursos objetivos, al no poder identificar que aquello que realmente falla en el objeto no está del lado de este, sino del lado del sujeto (Lacan, 1965-66).…”