“…La llegada a España de las grandes empresas francesas supuso la entrada de productos, capitales y técnicas que contribuyeron a la expansión del sistema productivo nacional, además de fomentar la creación de empleo, la cualificación de la mano de obra, el desarrollo de infraestructuras y empresas locales, y la interconexión de la economía española con el exterior. Las tensiones que caracterizaron las relaciones políticas franco-españolas en el siglo xx, especialmente en el contexto de la Guerra Civil y el primer franquismo, apenas obstaculizaron los planes franceses de expansión empresarial en España (Dulphy, 2002;Puig y Castro, 2006Castro, 2010, y Sánchez, 2006. En consecuencia, el progreso económico y social de este país ha permanecido estrechamente ligado a nombres como Renault, Citroën, Michelin, Péchiney, Alsthom, Carrefour.…”