Entre 1815 y mediados de la década de 1820 la mayoría de los pueblos o ciudades rioplatenses, protagonistas del proceso revolucionario, se separó de sus demarcaciones provinciales y proclamó también su independencia y soberanía. Las historiografías políticas sobre estas trayectorias, denominadas “procesos de autonomía provincial”, atribuyeron sentidos posteriores a experiencias que contuvieron modulaciones diversas. Este trabajo propone revisar algunas claves jurisdiccionales de los procesos de segregación de las ciudades de Santiago del Estero y Jujuy en dos coyunturas críticas para el conjunto rioplatense, 1815 y 1820, en las que el resultado de estas dinámicas territoriales no estaba predeterminado, ni definido en términos de autonomía. Más allá de los momentos de confrontación pueden advertirse mecanismos de construcción de vínculos políticos fundados en la pervivencia de una cultura jurisdiccional.