“…Por lo demás, de todo ello se deduce que los romances son metros muy útiles para nuestros intereses, pues los usos lopescos difieren notablemente de los de muchos otros ingenios del Siglo de Oro, sobre todo los de generaciones posteriores, que, como es sabido, en general lo utilizaron con mayor profusión. Por ahí, conviene retener que todos estos paradigmas propios de los romances, unidos a otros muchos (como el número máximo de asonancias en los romances, cifra discutida pero que cabría situar en torno a ocho, de nuevo con la excepción de La limpieza no manchada 14 ), podrían devenir sumamente relevantes para los problemas de autoría que atañen a otros dramatur- 11 Véanse Romero Muñoz (1995), Wooldridge (2005) y McGrady (2008. Solo García de la Concha y Madroñal (2011: 493), en su transcripción del plan en prosa, sugirieron que la obra podría deberse a Lope, aunque tal vez con modificaciones posteriores de Enríquez Gómez.…”