La mujer española y el discurso moralista en Nueva España (s. XVI- XVII)

Espacialidad y arquitectura conventual en la Hispanoamerica Colonial

“…El género como "una categoría social impuesta sobre cuerpos sexuados" (Scott, 1996 p. 21), constituye una forma primaria de relaciones de poder dentro de la sociedad, la que determina "los conjuntos de relaciones sociales, complejos e interconectados, que abarcan la vida diaria de aquellos implicados" (Harvey, 1989, p. 8). Estas relaciones, que en el caso colonial se expresaron a partir de las normas sociales sobre el comportamiento masculino y femenino, se estructuraron a partir de un modelo patriarcal de subordinación tanto del poder civil como religioso de la mujer respecto del hombre (Macera, 1977;Harvey, 1989;Anderson, 1990;Silverblatt, 1990;Mannarelli, 1993Mannarelli, , 2007Cavieres, 1995;Armacanqui-Tipacti, 1999;Van Deusen, 2007;Baena, 2008;Burns, 2008;Goldschmidt, 2010a;Letelier & Goldschmidt, 2019).…”

“…La estructura patriarcal de la sociedad colonial hispana se sustentó, entre otros aspectos, sobre la idea de la virtud, que en el caso de los hombres estuvo determinado por su rango y sus acciones; en tanto, para la mujer se definió a partir de la dependencia de la autoridad masculina (Macera, 1977;Burns, 2008;Goldschmidt, 2010aGoldschmidt, , 2010bLetelier & Goldschmidt, 2019). Lo anterior se justificaba en función de la naturalización de la inferioridad moral de las mujeres, -ya que, supuestamente, eran más proclives a caer y generar tentación- (Macera, 1977;Baena, 2008;Ortega, 1988). Se establecía, por tanto, la legítima práctica del recogimiento femenino, sobre todo, en "cristianas viejas" ya que era una forma de conservar el honor y el posicionamiento social de toda la familia.…”

“…No obstante, dentro de la sociedad colonial el matrimonio mestizo no era algo viable para el estatus y honor familiar del hombre hispano, ya que estas mujeres no eran cristianas viejas y su honor previo en cuanto a recato femenino podía ser dudoso, a pesar de la riqueza y estatus que pudiese detentar la mujer indígena (Burns, 2008). Es en este contexto, que importaba de manera exacerbada la limpieza de sangre (Mannarelli, 1993(Mannarelli, , 2007González, 1995;Ares, 2004;Martínez, 2004;Baena, 2008), como elemento significativo para el posicionamiento social. Es por esto, que unos de los roles más importantes de la mujer ibérica era mantener la estructura colonial, convirtiéndose ésta en un bien de alta demanda por parte del español enriquecido quien debía asegurar su descendencia para mantener el honor.…”

“…En el caso de la mujer hispana colonial, la preservación de la honra se vinculó a estrategias de control sexual, las que se expresaban, por ejemplo, a través de la segregación física y el matrimonio (Armacanqui-Tipacti, 1999;Lavalle, 2001;Martínez, 2004;Mannarelli, 2007;Baena, 2008). En particular, A través de la profesión religiosa, la mujer adquiría un estado que implicaba castidad y control eclesiástico, y también un oficio.…”

“…Con respecto a las estrategias de control socioespacial hacia las mujeres, se debe considerar que para éstas, en especial para las de la alta sociedad, las calles y lugares públicos se encontraban restringidos (Mannarelli, 1993(Mannarelli, , 2007Montecino, 1993;Baena, 2008). En ese sentido, pese a que los conventos femeninos se emplazaron en áreas urbanas, la segregación conventual femenina implicaba el retiro del mundo "público", aspecto que permitió el desarrollo de dinámicas de empoderamiento, las que se reflejaron a través del desarrollo de actividades por parte de ciertas religiosas que en el exterior estaban destinadas sólo a individuos masculinos.…”