“…Asimismo, por su gran poder organizador, debido a los cuantiosos insumos requeridos y a sus efectos multiplicadores (Cardoso, 1992), la actividad minera crea y organiza espacios económicos (Coll-Hurtado et al, 2002). Desde el siglo XVI, la minería desempeñó un papel central como estructuradora y organizadora del territorio, base de la organización territorial actual, principalmente del centro y norte del país, ya que orientó la colonización y el poblamiento e impulsó el surgimiento de las ciudades; dio origen a la construcción de la red vial del país y tuvo un gran peso en el desarrollo regional, al ser un detonador e impulsor de otras actividades económicas (Sánchez, 1990).…”