“…Esto implica pensar tipos de filiación capaces de transcender la noción de un lazo social adjunto a la posibilidad de relación desde un punto de vista sociológico. El bárbaro es así una suerte de buen salvaje trasnochado cuya irrupción en el entorno civilizatorio debe entenderse como un acto impulsivo, sin mediación, se llame esta contrato social o solidaridad (Alvaro, 2017), lo cual hace de la animalidad la sombra de ciertos consensos epistémicos, abriendo la posibilidad de pensar formas de vida en común problemáticas y desatadas del troquel conceptual del pensamiento social.…”