“…Hay estudios (Calaf, 2013;Lage de la Rosa, 2020;Sáez et al, 2018) que evidencian la presencia de la educación artística desde el punto de vista formativo fomentando la educación en valores, la inteligencia emocional, la empatía y la sensibilidad La educación artística cultiva la sensibilidad e integridad del alumnado, enriqueciendo su perspectiva del mundo. A pesar de ello, la música y la educación artística, suelen ser subestimadas y relegadas a un plano secundario (Ávila, 2021), siendo disciplinas que el currículum español no termina de desarrollar, a pesar de su presencia y el desarrollo de competencias, especialmente sociales y cívicas (García y Pablo, 2020). La educación artística contribuye a crear espacios para la exteriorización, la experimentación y los procesos de deconstrucción, las competencias empáticas o la resolución de problemas, permitiendo así lograr un proceso de aprendizaje para la vida del alumnado y del profesorado (Banford, 2009;Cabrera y Cañesto, 2020).…”