“…(Kincheloe y Steinberg, 2012, p.16) Por tanto, a priori rechazamos los análisis que buscan de cualquier forma la domesticación a un modelo de Educación Física perfecta, unívoca, rígida, autoritaria y homogeneizante. Como mencionábamos anteriormente, la intextualización de los cuerpos(Milstein y Mendes, 1999) y sus prácticas incluyen la dimensión lúdica del acontecer humano y, al ser consideradas una alternativa en la construcción del derecho al desarrollo de la diversidad cultural americana, son eje central de esta indagación. En este sentido, retomamos las palabras de Soares y Madureira: -La educación física como educación poética del cuerpo puede configurar una resistencia contra el vaciamiento de sentido de las practicas corporales y el deseo siempre peligroso, de los pensamientos únicos, que desfiguran la experiencia sensible‖ (2005, p. 86).…”