“…Y como a la protagonista literaria, a estas medianeras les movía fundamentalmente el interés personal, el beneficio económico y, en ocasiones, la necesidad de cubrir sus necesidades alimentarias. Trataban, al igual que en La Celestina, de obtener este tipo de provecho a través de amistades forzadas, algunas de las cuales llegaron a convertirse luego en testigos en su contra en los procesos judiciales (Gil, 2005). Por lo demás, y a diferencia de lo sucedido en otros lugares, como en Bizkaia, o de lo que se afirma en la obra literaria celestinesca, el volumen de casos de receptadoras salmantinas que habrían ejercido previamente la prostitución fue reducido (Aldama, 2015(Aldama, , p 1111.…”