Iniciar una tesis cuando una se encuentra a mitad de su vida laboral, con un trabajo relacionado con los estudios realizados, unas clases que preparar de manera continuada y una familia a la que dedicar tiempo y cariño, resulta una tarea ardua.Siempre he trabajado en lo que me apasiona pero también he conseguido que cualquier nueva actividad me apasionara. Considero que sin pasión y sin emoción, como recalco en esta tesis, no hay aprendizaje pero sin ellos tampoco se puede desarrollar una vida laboral gratificante y plena.Pude estudiar lo que me apasionaba, el periodismo, gracias al apoyo de mis padres, un apoyo que se ha extendido a lo largo del tiempo siempre sin condiciones, sin preguntas, teniendo en cuenta siempre mi felicidad y bienestar. Me inculcaron el valor del esfuerzo para conseguir mis metas, la importancia de los valores en la vida, que se van rehaciendo y priorizando con el tiempo, y la importancia del amor a la familia, un amor incondicional a mi hermana Judith y a mi hermano Rubén que sigue vivo gracias a nuestro recuerdo.Su apoyo ha sido básico para dedicar mi tiempo a este estudio, al igual que la paciencia que ha tenido mi familia, Pedro, Sara y Esther, a los que he robado tardes de juego, de paseo, fines de semana casi sin verme, horas de estudio y ratos de cariño. Gracias Pedro, por tu paciencia y comprensión, por hacer de taxista algunas noches más que largas de trabajo, por cubrirme en todo momento y porque creo que, esta tesis, nos ha unido más. Agradezco a mis hijas lo que me han enseñado y me enseñan. Gracias a ellas, a nuestros ratos frente al televisor, a nuestras lecturas en voz alta noche tras noche, con más de una decena de libros que cogíamos de la biblioteca, a nuestros videojuegos, descubrí de nuevo la fantasía. Ellas son las que han motivado mi tema de investigación. Sin el amor y la comprensión de los tres, no habría podido encontrar el tiempo necesario para la investigación.Suelo decir que las cosas importantes de la vida llegan por casualidad tras sembrar y buscar. Tras veinte años de trabajo profesional como comunicadora, descubrí la docencia y en la Universidad encontré una persona clave y fundamental para escribir hoy este agradecimiento en una tesis, Marga Cabrera. Ella me animó a conocer el mundo de las redes sociales, de Internet y de los videojuegos, contó conmigo para codirigir el Congreso Comunica2. Con el tiempo, pasó de ser una compañera a una buena amiga y esta confianza me llevó a contar con ella para la dirección de la tesis.No me habría planteado nunca la posibilidad de hacer un doctorado sin su empuje. Sus palabras siempre han sido de ánimo y de aliento en el momento justo. Un ánimo que también me ha transmitido Vicent Chornet, mi codirector, cuyo rigor científico me ha ayudado a plantear una idea inicial en un trabajo académico. Gracias por vuestras horas.Apoyo incondicional es el que también he tenido de mi tía Nuncy y de su familia, Michael, Isabel y Edward, por estar pendiente de mí, en mis ratos buenos y malos, y por regalarme un maravilloso tiempo de de...