“…Es de resaltar que los participantes reconocieron a sus padres y maestros como una fuente de información necesaria y piensan que son quienes deberían formarlos en ssr, aunque indican la existencia de barreras en la comunicación con sus padres cuando se trata de abordar temas relacionados con la sexualidad. En especial, los participantes de las instituciones privadas hablan menos con la madre sobre el inicio de sus relaciones sexuales, a lo que se sumó una menor participación del padre en el diálogo y acompañamiento del adolescente, lo que evidencia que persisten diferencias por género en las conversaciones población mixta, en los que además los hombres reportan un mayor número de parejas que las mujeres (3,8,27,19,33,(36)(37)(38). A lo anterior, se suma que los participantes del actual estudio reportan distintas formas de prácticas sexuales penetrativas no protegidas, pene-vagina, pene-boca, pene-ano, demostrando que, si bien estos adolescentes han iniciado sus experiencias sexuales, son pocos los que dan cuenta de cómo vivir una sexualidad más segura, tal como se ha evidenciado entre adolescentes de países con distintos grados de desarrollo social (3,33,38).…”