El artículo corresponde a una investigación desarrollada durante tres años con familias mapuche y aymaras, en sus propios territorios, que busca describir y analizar sus concepciones de aprendizaje y educación. Epistemológicamente, se enmarca en el constructivismo radical, con foco en la justicia social y educativa. La metodología es cualitativa, participativa y etnográfica, desarrollándose mediante un proceso de co-construcción. Los resultados muestran que las concepciones, lógicas y métodos sobre el aprendizaje y la educación familiar y comunitaria son mayormente compartidos por las familias, y que la comprensión y valoración de sus modos de hacer las cosas, especialmente en la educación formal, se constituiría en condición para que las personas indígenas puedan ejercer su legítimo derecho a participar en la sociedad en igualdad de condiciones. Se concluye que es posible co-construir conocimiento entre personas de distintas culturas si se tiene un propósito común y el entendimiento que los sentidos y significados de palabras y acciones pueden ser distintos según haya sido la convivencia, lo que implica reformular experiencias y consensuar modos de describir las cosas, aún en el contexto de injusticia epistémica que caracteriza las relaciones entre culturas en nuestro país.