“…Ahora bien, en el caso de las empresas de mayor edad, estas tienen crecientes niveles de productividad, considerable cantidad de ventas, beneficios más elevados, mayor tamaño, coeficientes de endeudamiento más bajos y ratios de capital altos; además, tienden a financiarse en mayor proporción con capital propio. Pese a esto, las empresas más antiguas exhiben una rentabilidad más baja por efecto de la edad y tienden a reducir su número de empleados ocasionando destrucción de puestos de trabajo (Coad et al, 2013;Huber, Oberhofer & Pfaffermayr, 2013;Segarra et al, 2012).…”