En los últimos años, el posicionamiento crítico ecofeminista ha apuntado nuevas posibilidades de entender una tendencia incipiente del documental experimental que se acerca a la emergencia climática a través de la representación del entorno y las relaciones más-que-humanas. Este artículo propone determinar temáticas, discursos y formas de esta tendencia a través de la obra de la cineasta navarra Maddi Barber, conocida por sus documentales 592 metroz goiti (2018) y Urpean lurra (2019) sobre los efectos de la construcción de la presa y el embalse de Itoiz. Su filmografía presenta temáticas que giran alrededor de la memoria, de la pertenencia al territorio, de la gestión del entorno y de la responsabilidad en las relaciones con entidades no-humanas. Por lo tanto, este análisis por un lado repara en cómo las perspectivas relacional y multiespecie modifican las formas de representación del territorio, y por otro, profundiza en el proceso creativo y las redes de colaboración fílmicas basadas en los cuidados que sostiene Maddi Barber. Así, contribuye a delinear una propuesta de prácticas ecofeministas en el cine documental que se extiende más allá de la obra de la cineasta.