“…útil para evaluar etiología del robo, especialmente la presencia de inversión del fl ujo arterial, y tamaño del ostium del acceso, y también para controlar la efectividad de la modifi cación del acceso. Entre los invasivos, la angiografía permite conocer presencia de estenosis en el fl ujo de entrada o más distal en la arteria donante.El diagnóstico de robo es clínico3 , basado en las manifestaciones de isquemia conocidas, que pueden aparecer en este grupo de pacientes, la decisión de intervenir depende de la severidad del cuadro; fue nuestro criterio, sólo completado con pletismografía y ecodoppler.En la actualidad se dispone de varias alternativas de tratamiento4 , que incluyen la ligadura del acceso, técnicas de reducción del fl ujo sanguíneo al acceso (banding, sutura parcial o aplicación de clips) que en general conducen a pérdida del acceso y necesidad de crear uno nuevo. Para aquellos pacientes, cuyo acceso es el último o esencial para mantener la hemodiálisis, la RDLI5,6 es un procedimiento durable y efectivo, ya que alivia la isquemia y mantiene la permeabilidad del acceso.Los resultados publicados son buenos, con alivio o mejoría completa de la isquemia, mayor al 70%.…”