“…Meramente a partir de esta (re)presentación inevitablemente selectiva de algunas de las direcciones que explora la investigación sobre traducción del siglo xxi, es posible argumentar que esta hoy ha pasado a ocuparse de una variedad inmensa de manifestaciones y prácticas profesionales, sociales y culturales que están vinculadas a la traducción o que pueden interpretarse y entenderse mejor a partir de esta. De hecho, cuando la investigación desafía la tiranía de las "ideologías monolingües" (Piller, 2016) y osa tomar como punto de partida que la convivencia y conflicto de lenguas, culturas, variedades y cosmovisiones son rasgos definitorios de la realidad, cualquier enunciado revela un carácter translatorio y puede entenderse alineado con pautas de comportamiento, institucionalmente promovidas o desalentadas, que responden a las muy variadas formas que adopta el contacto de lenguas y culturas (Moreno Cabrera, 2016): esos multilingüismos, en plural, que conviven en un mundo de desigualdades (Karpinski, 2014). En este sentido, se anima a distinguir las "políticas lingüísticas" que, voluntaria o involuntariamente, cualquier acto de habla actualiza.…”