“…Adicional a ello, entre los actores que promueven los emprendimientos en el posconflicto se encuentran las empresas que, gracias a sus trayectorias como motores de desarrollo económico, derivan dos tipos de acciones: por una parte, a través de proyectos de emprendimiento, en los que son involucrados principalmente los actores del conflicto (víctimas y excombatientes), de modo que puedan conformarse como proveedores para las empresas (Hayward y Magennis, 2014; Rettberg y Rivas, 2012; Yoosuf y Premaratne, 2017). Por otra parte, a través de apuestas pedagógicas, en las que son capacitados los actores del conflicto, con el objetivo de que puedan reunir los conocimientos y adquirir las destrezas para crear sus propios emprendimientos (Banks, 2016;Ramnarain, 2015;Jiménez-Peña, 2014). Los emprendimientos permiten empoderar a las comunidades y generar ganancias a partir de actividades productivas y oportunidades laborales que mejoran sus niveles de calidad de vida.…”