“…Los estudios señalan con contundencia que la interacción social no ocurre de forma espontánea y, si el profesor no la contempla, los grupos suelen socializarse en un nivel muy básico, lo que deriva en una mala experiencia de aprendizaje, en sensación de soledad y, con ello, en el fracaso académico (King, 2007;Garrison et al, 2010;Onrubia & Engel, 2012;Reyes et al, 2012;Kwon et al, 2014). Para activarla, es necesario que la interacción profesor-alumno se centre en la motivación y el apoyo, así como en la retroalimentación inmediata de calidad, y que se favorezca una relación grupal basada en el respeto, la tolerancia y el apoyo (Packhan, Brychan, & Miller, 2006;Kuo, Walker, Schrodery, & Belland, 2014, Hernández-Sellés et al, 2020.…”