“…A mediados del siglo XX, el análisis de movimiento se convirtió en un método relevante para el diagnóstico clínico, el seguimiento y las aplicaciones deportivas y ergonómicas, pero fue hasta principios del siglo XXI que se implementan mejoras en la tecnología con la utilización de sensores inerciales que combinan acelerómetros y girómetros, complementados con magnetómetros, sensores de presión, etc., con el propósito de mejorar los estudios que involucran el AMH (Marin, 2020). El empleo de sensores inerciales IMU (inertial measurement unit) en el AMH es una técnica relativamente nueva que aún causa asombro en la comunidad médica dado el nivel de detalles que se logran, pero como toda tecnología novedosa actualmente no se concreta la unificación de criterios en la presentación de resultados a partir de los datos adquiridos (Krzeszowski et al, 2022), (Alvarez, 2018), (Lefeber et al, 2019), (Weygers et al, 2020).…”