“…En efecto, la práctica totalidad de las evidencias que tenemos sobre el fenómeno de la pobreza en este marco proceden de fuentes literarias de autoría aristocrática, muchas de las cuales, además, resultan afines a posturas oligárquicas o democráticas "moderadas". A la procedencia de las fuentes, se une la instrumentalización discursiva de la pobreza que se hace en muchas de ellas (Ober 1989(Ober , 1994Ober y Strauss 1990;Rosenbloom 2002Rosenbloom , 2004aCecchet 2013Cecchet , 2015Lenfant 2013;Rubinstein 2013), la cual ensombrece la distinción entre "realidad" y "percepción". Rara vez, en cambio, tenemos la visión de los propios pobres, de cómo estos perciben su situación o, incluso, si aquellos que las fuentes designan como "pobres" se consideran a sí mismos como tales 112 .…”