“…Las fuentes de contaminación de los ecosistemas varían geográficamente debido a los diferentes entornos locales y a la manera como se dan los procesos de cambio en el uso de la tierra, con las implicaciones que pueden tener sobre la productividad agrícola. Por ello, gestionar una cuenca supone tomar en cuenta el comportamiento de la población que vive en su entorno, vinculado con el manejo adaptativo y una forma apropiada de gobernanza desde un punto de vista socio ecológico (Schweizer, 2017;Aben et al, 2018;Gutiérrez et al, 2019;Tola, & Shetty, 2021).…”