“…La superación de la visión fisiocrática de Cantillon (Thornton, 2018) por el influjo dominante del utilitarismo y la especulación financiera que caracterizaron los siguientes siglos (Esqueda, Csoban y Prat, 2019), han llevado a que la visión dual del emprendedor supere al mercader, al fabricante o el especulador (Pérez, 2015) para ser reconocido como un "trabajador superior", un líder inteligente e innovador, capaz de afrontar las crisis consecuentes a la competencia entre innovaciones técnicas y financieras (Thomas, 2018). Su comportamiento flexible es caracterizado como: "[…] [una] persona en un estado de innovación permanente, altamente motivada y comprometida con una tarea, que reporta unas características de planeación y ejecución, propensa al riesgo, y a la vez, esquiva a la comprensión de sus propias dinámicas" (Rodríguez, 2009).…”