<p style="text-align: justify;">La piel es el órgano con mayor extensión en el cuerpo humano, una de sus principales funciones es proteger, sin embargo, es el más susceptible. Los mecanismos de inmunidad de los recién nacidos, y particularmente de los prematuros, son relativamente deficientes debido a inmadurez del sistema inmune, así como a una disminución del pasaje transplacentario de anticuerpos maternos, todo lo que contribuye a la vulnerabilidad a infecciones graves bacterianas, fúngicas y virales. Debido a la vulnerabilidad del paciente, a las distintas limitantes que se producen al atender el tema e incluso a la ausencia de información para los cuidados necesarios se ha decidido hacer un procesos investigativos a fin de identificar algunos cuidados que hay que mantener en la pile del recién nacido para evitar patologías o complicaciones dermatológicas. Se ha realizado una revisión bibliográfica a través de ficheros virtuales, utilizando palabras claves como dermatología, recién nacido, pediatría, patologías de piel, se ha escogido de estos trabajos la información que nos interesa para exponer una revisión bibliográfica referencial en cuanto a los cuidados necesarios para el cuidado dermatológico de los recién nacidos. Encontrando que la prevención de la sepsis neonatal comienza con la prevención del parto prematuro, se debe dirigir los esfuerzos en colaborar como parte de un equipo multidisciplinario asegurando el cumplimiento de las estrategias de prevención. El cuidado inadecuado de la piel es una causa de morbilidad y aún la mortalidad en ésta primera etapa de la vida. Es importante considerar la trascendencia de éste órgano como barrera contra las infecciones, protección de los órganos internos, colaborador en el mantenimiento de la temperatura y regulador de agua y electrolitos. Reducir al mínimo las lesiones debe ser considerado un componente clave en el cuidado diario brindado a los recién nacidos.</p>