“…En este tenor, la literatura publicada en diferentes contextos socioculturales, de tiempo, lugar, objetivo y metodología empleada, describen disimiles resultados en cuanto a estadísticos referentes a las conductas alimentarias y sintomatología de TCA. En algunos de ellos, hacen mención de alta frecuencia e incluso proporciones significativas de síntomas de TCA (Behar, Alviña, Medinelli & Tapia, 2007;Bosi, Luiz, Morgano, Costa & Carvalho, 2006;Crockett & Littrell, 1985;Drake, 1989;Fiates & Salles, 2001;Korinth, Schiess & Westenhoefer, 2010;Laus, Margarido & Braga, 2009;Larson, 1989;Penz, Bosco & Vieira, 2008;Rebello, Oliveira, Linhares, Días & Szuchmacher, 2004;Stipp & Oliveira, 2003;Torresani, 2003), llegando a especificarse en algunas divulgaciones como grupo de riesgo ante estos trastornos (Kinzl, Traweger, Trefalt, Mangweth & Biebl, 1999), sin embargo, otros indican frecuencia baja o contradicen esta aseveración (Fredenberg, Berglund & Dieken, 1996;Howat, Beplay, & Woznaik, 1993;Johnston & Christopher, 1991;Mattioli & Thomas, 1996;Reinsten, Koszewki, Chamberlin & Smith-Johnson, 1992).…”