“…El liderazgo en las organizaciones, se ha convertido en la variable más relevante en la mejora continua de la calidad de servicio (Bolívar, 2019;MINEDU, 2016;OEI, 2019), es la clave para el cambio organizacional y la fortaleza en la elevación de la calidad, eficacia y eficiencia (Castañeda-Sánchez, 2015). El ejercicio del liderazgo requiere de un líder capaz de impulsar al conjunto en una unidad de acción, generando ambientes de trabajo motivacionales, interactivos y de comunicación óptima (Danet, et al, 2016;Menárguez y Saturno, 1998); que tenga capacidades de sintonía, comprensión y manejo de las habilidades socioemocionales asociadas con los logros laborales (Bassi, et al, 2012;Bharwaney, 2010;Galego, et al, 2016;Villa 2019); que entienda y evalúe la coyuntura externa a la organización, las circunstancias especiales, la incertidumbre (Campos, 2008;Cervera y Torregrosa, 2011); y que asuma el cambio como una constante (Ruíz, 2014) antes que nada, como parte del convencimiento personal para dinamizar estratégicamente el rumbo de la organización.…”