La formación de las mujeres no fue un hecho legalmente reconocido hasta mucho después de que hombres y niños tuvieran acceso a la escolarización. Incluso cuando ellas pasaron a tener el control de las aulas, aún no existía un cuerpo normativo que regulase los conocimientos que debían enseñar a las niñas. No fue hasta el nacimiento de las Escuelas Normales femeninas que no se empezaron a esbozar estos aspectos. En Sevilla, el centro normalista femenino, inaugurado en 1858, contaba con reglas propias tomadas de la Ley Moyano, lo que sugiere que, a nivel estatal, y dentro de los creados, estos centros desarrollaron su propia idiosincrasia. Los vaivenes políticos de la época, así como el surgimiento del pensamiento liberal europeo y la entrada de nuevas corrientes pedagógicas en España, jugaron un papel importante en la génesis de un cuerpo normativo para la formación de maestras. Empleando el método histórico-educativo hemos analizado cómo fue el desarrollo del fenómeno normalista femenino a nivel europeo y español y, finalmente, comparado con Sevilla, usando las leyes aparecidas a tal efecto. Los resultados muestran que no se generó un cuerpo legal para las maestras hasta la segunda mitad tardía del siglo XIX, y que el fenómeno no fue aislado, dejándoles un amplio marco de acción, aun dentro de la concepción rousseauniana de mujer y de la obligatoriedad de las labores propias de su sexo, para generar sus propias producciones pedagógicas y métodos, incluso adaptando contenidos para las alumnas, y como espacio propio de aprendizaje y emprendimiento.