“…Además, en este estudio tampoco se encontraron diferencias de género respecto a la satisfacción con el propio peso; es decir, hombres y mujeres presentaron niveles similares de satisfacción con su peso. Este resultado es congruente con algunos estudios recientes en los que se propone que la satisfacción corporal es similar en hombres y mujeres (Hansson y Rasmussen, 2014;McFadden, 2009), a pesar de que tradicionalmente se había defendido que los hombres presentaban mayor satisfacción con su cuerpo que las mujeres (Aruguete, Yates y Edman, 2006;Baile et al, 2002;Lobera y Ríos, 2011;Tylka, 2013). La ausencia de diferencias de género puede deberse a que en los últimos años los hombres muestran una preocupación por ceñirse al modelo estético establecido y unos patrones de riesgo a desarrollar trastornos de la alimentación similares a los presentados por las mujeres (Francisco et al, 2015;Magallares, 2016;Peris et al, 2016;Sweeting et al, 2015).…”