Search citation statements
Paper Sections
Citation Types
Year Published
Publication Types
Relationship
Authors
Journals
Sr. Editor. El comienzo del año 2010 estuvo marcado en muchos países de América Latina por el impacto de una fuerte anomalía climática, cuantificada por la National Oceanographic and Atmospheric Administration (NOAA) de EUA, como un fuerte El Niño (Strong El Niño), con valores del ONI (Oceanic Niño Index) (promedio de la anomalía de la temperatura de la superficie del mar en la región 3,4 del Niño, en el Océano Pacífico)(1) que oscilaron entre 1,5 y 1,8 para el período noviembre 2009 -marzo 2010, solo comparables con la temporada 1997-1998 (que osciló entre 0,5 y 2,5), y que tuvo reconocidos impactos en América Latina, incluyendo considerables cambios en el patrón de diversas enfermedades transmisibles (1)(2)(3) . Desde 1997-1998 no se registraba una anomalía climática como la observada en la temporada 2009-2010. En muchos países, tal calentamiento tuvo un considerable impacto en las sequías, aumento de los incendios forestales, e incluso en disminución del potencial de producción hidroeléctrica, como ocurrió en Venezuela. Lamentablemente las anomalías que el clima está mostrando se dirigen a ambos extremos, pues durante el mes de julio de 2010 se inició un cambio hacia el enfriamiento y lluvias, con valores de ONI de -1,0 (La Niña), que alcanzaron durante el mes de noviembre de 2010 -1,4, comparable a lo que fue clasificado como una La Niña moderada en la temporada 2007-2008 (con valores del ONI que alcanzaron también -1,4). Todo esto, conllevando a fuertes precipitaciones en diversos países de la región Todas estas anomalías climáticas han tenido, y seguirán teniendo, considerables impactos en la sociedad, incluyendo una cantidad relevante de efectos en la salud pública 1 . El mes de noviembre de 2010 marcó la caída de fuertes precipitaciones en países como Colombia y Venezuela, que registraron una gran cantidad de eventos adversos o desastres asociados con dichas anomalías meteorológicas, con una considerable proporción de damnificados como consecuencia de inundaciones y deslizamientos que inhabilitaron y destruyeron viviendas (Figura 1).En Colombia dejó casi 2 millones de afectados y 130 mil en Venezuela (entre noviembre y diciembre de 2010), con 246 muertes en el primer país y 34 en el segundo, hasta el 13 de diciembre de 2010. Por ejemplo, en Venezuela, donde la cifra de damnificados es menor, han tenido que habilitarse 950 albergues en 14 estados del país, 300 de ellos en el Distrito Capital, con las consecuentes implicaciones para la salud pública que ello tiene, por el riesgo de transmisión de agentes causales de diarreas e infecciones respiratorias, entre otras.Previamente se ha descrito el impacto del cambio climático sobre enfermedades transmisibles y no transmisibles (1-3) ; sin embargo, mas allá de los efectos directos e indirectos a la salud humana, sus efectos en conllevar a inundaciones pueden ser socialmente devastadores (4) . Se considera que las inundaciones son el evento de desastre mas común que puede conllevar a una considerable morbilidad y mortalidad a nivel mundial, con impactos q...
Sr. Editor. El comienzo del año 2010 estuvo marcado en muchos países de América Latina por el impacto de una fuerte anomalía climática, cuantificada por la National Oceanographic and Atmospheric Administration (NOAA) de EUA, como un fuerte El Niño (Strong El Niño), con valores del ONI (Oceanic Niño Index) (promedio de la anomalía de la temperatura de la superficie del mar en la región 3,4 del Niño, en el Océano Pacífico)(1) que oscilaron entre 1,5 y 1,8 para el período noviembre 2009 -marzo 2010, solo comparables con la temporada 1997-1998 (que osciló entre 0,5 y 2,5), y que tuvo reconocidos impactos en América Latina, incluyendo considerables cambios en el patrón de diversas enfermedades transmisibles (1)(2)(3) . Desde 1997-1998 no se registraba una anomalía climática como la observada en la temporada 2009-2010. En muchos países, tal calentamiento tuvo un considerable impacto en las sequías, aumento de los incendios forestales, e incluso en disminución del potencial de producción hidroeléctrica, como ocurrió en Venezuela. Lamentablemente las anomalías que el clima está mostrando se dirigen a ambos extremos, pues durante el mes de julio de 2010 se inició un cambio hacia el enfriamiento y lluvias, con valores de ONI de -1,0 (La Niña), que alcanzaron durante el mes de noviembre de 2010 -1,4, comparable a lo que fue clasificado como una La Niña moderada en la temporada 2007-2008 (con valores del ONI que alcanzaron también -1,4). Todo esto, conllevando a fuertes precipitaciones en diversos países de la región Todas estas anomalías climáticas han tenido, y seguirán teniendo, considerables impactos en la sociedad, incluyendo una cantidad relevante de efectos en la salud pública 1 . El mes de noviembre de 2010 marcó la caída de fuertes precipitaciones en países como Colombia y Venezuela, que registraron una gran cantidad de eventos adversos o desastres asociados con dichas anomalías meteorológicas, con una considerable proporción de damnificados como consecuencia de inundaciones y deslizamientos que inhabilitaron y destruyeron viviendas (Figura 1).En Colombia dejó casi 2 millones de afectados y 130 mil en Venezuela (entre noviembre y diciembre de 2010), con 246 muertes en el primer país y 34 en el segundo, hasta el 13 de diciembre de 2010. Por ejemplo, en Venezuela, donde la cifra de damnificados es menor, han tenido que habilitarse 950 albergues en 14 estados del país, 300 de ellos en el Distrito Capital, con las consecuentes implicaciones para la salud pública que ello tiene, por el riesgo de transmisión de agentes causales de diarreas e infecciones respiratorias, entre otras.Previamente se ha descrito el impacto del cambio climático sobre enfermedades transmisibles y no transmisibles (1-3) ; sin embargo, mas allá de los efectos directos e indirectos a la salud humana, sus efectos en conllevar a inundaciones pueden ser socialmente devastadores (4) . Se considera que las inundaciones son el evento de desastre mas común que puede conllevar a una considerable morbilidad y mortalidad a nivel mundial, con impactos q...
scite is a Brooklyn-based organization that helps researchers better discover and understand research articles through Smart Citations–citations that display the context of the citation and describe whether the article provides supporting or contrasting evidence. scite is used by students and researchers from around the world and is funded in part by the National Science Foundation and the National Institute on Drug Abuse of the National Institutes of Health.
hi@scite.ai
10624 S. Eastern Ave., Ste. A-614
Henderson, NV 89052, USA
Copyright © 2024 scite LLC. All rights reserved.
Made with 💙 for researchers
Part of the Research Solutions Family.