“…Por otra parte, la sostenibilidad se encuadra en un nuevo estilo de vida característico de la hipermodernidad, donde se entremezcla la cultura hedonista y psicologista de la satisfacción inmediata con una cierta preocupación por la vigilancia y el control: la comida sana, perder peso, vigilar el colesterol, hacer ejercicio, no fumar… la obsesión por la salud y la longevidad operan como una marca de distinción (Bourdieu, 1998;Heath & Potter, 2004). La cultura del carpe diem de la posmodernidad, que nos ha conducido a la crisis, entra en recesión en la hipermodernidad, donde alguien tiene que reconducir a las masas que "han vivido por encima de sus posibilidades" (Angulo Egea, 2021;Bramall, 2013;Ruiz-Collantes & Sánchez-Sánchez, 2019). La sostenibilidad es, pues, ahora, distinción (como ejemplo, el Mundo nos muestra la "suite vegana del Hilton de Londres", o las declaraciones de esta emprendedora de viajes de lujo a África: "el turismo de masas tiene que reducirse si queremos que nuestro planeta sobreviva.…”