En la necropsia de una mujer afecta de lupus eritematoso diseminado se encontró que la glándula suprarrenal derecha estaba convertida en una masa necrótica y hemorrágica. El estudio histológico de ambas suprarrenales reveló un conjunto de lesiones que representan los sucesivos estadios que conducen a la necrosis con hemorragia. Estas alteraciones comienzan por la necrosis focal, de células aisladas o de pequeños grupos celulares, que deja espacios libres que son ocupados por un líquido de edema. Este puede contribuir a extender la necrosis. En esta fase lesiona! puede sobrevenir una reacción inflamatoria que, en ocasiones, termina con la constitución de un foco cicatricial fibroso. Por otra parte, como ha ocurrido en la suprarrenal derecha, las paredes endoteliales de los sinusoides, al carecer del apoyo que normalmente le prestan los cordones celulares, pueden desintegrarse dejando salir la sangre a los tejidos, resultando así la hemorragia. La necrosis celular es el fenómeno fundamental del proceso, por lo que se propone para el mismo la denominación de necrosis suprarrenal con hemorragia.
Se discute la posible relación entre la lesión descrita y la administración de ACTH con fines terapéuticos. Sobre bases experimentales y clínicas se puede concluir que el ACTH exógeno puede contribuir, en colaboración con la acción a1armígena de la enfermedad primaria, a la producción de una lesión suprarrenal del tipo descrito. Por ello es de recomendar mucha precaución en el uso de la corticotropina en ciertos tipos de enfermedades.
También se sugiere que Iesion·es similares a las descritas pueden constituir el substrato morfológico del cuadro de la insuficiencia suprarrenal yatrogénica que se manifiesta en algunos pacientes sometidos a una terapéutica con ACTH.
En los preparados histológicos procedentes de este mismo caso se encontraron rasgos representativos del fenómeno L. E. en los tejidos que son objeto de un artículo en el mismo número de esta Revista.