Las canciones tradicionales infantiles se caracterizan por transmitirse oralmente de generación en generación, por lo que la participación y la escucha de este tipo de producciones artísticas naturaliza valores, ideas y estructuras que hacen a la continuidad y validación del discurso hegemónico.
El presente artículo se enfocará en el análisis de algunas letras de canciones destinadas a la infancia, considerando su fuerte carga simbólica en la que se reproducen estereotipos que hacen a la continuidad del dimorfismo sexual y papeles asignados al sistema de sexo/género hegemónico, basados en el binarismo del ser-mujer y ser-varón.