“…En la actualidad, el museo del siglo XXI tiene que enfrentarse no sólo a la educación del individuo a lo largo de la vida, sino también a la evolución de una sociedad cada vez más digitalizada, crítica y consumista. De esta forma, la incorporación de los nuevos medios digitales en los museos ha permitido compaginar una doble alfabetización; la cultural y la digital (Correa, Losada Iglesias y Jiménez Aberasturi Apraiz, 2012). Son numerosos los autores que han investigado en los últimos cuarenta años, qué ocurre con los visitantes de los museos, por qué aprenden o qué hacen durante la visita (Screven, 1976(Screven, , 1986Shettel, 1989;Asensio y Pol, 2005;Pérez Santos, 2008;Fontal, 2004;Pastor, 2004;Calaf, 2009;Álvarez y García Eguren, 2013;Suárez Suárez, Calaf y San Fabián Maroto, 2014); otros autores han focalizado el análisis del desarrollo de las competencias de los visitantes-usuarios (Canals y Pagès, 2011; Blay, 2013; Carpente y López Facal, 2013); y más recientemente los procesos de enseñanza y aprendizaje mediada por el patrimonio (Calaf y Suárez, 2011;Feliu y Hernàndez Cardona, 2011;Santacana y Llonch, 2012).…”