“…El adjetivo "internalizada" hace referencia no sólo a su origen social y al proceso de adquisición como una función interna automática (internalización), sino también a la focalización del rechazo hacia los propios deseos y conductas (Currie, Cunningham, & Findlay, 2004). Se espera que: 1) el número de factores sea 3 al aplicar el criterio de Kaiser e incluso el criterio de Horn en el análisis factorial exploratorio, definiéndose los factores de rechazo sutil hacia hombres homosexuales, rechazo abierto hacia hombres homosexuales y rechazo hacia lesbianas tras una rotación oblicua (Moral & Valle, 2011); 2) valores de consistencia interna altos (Herek & McLemore, 2011), siendo algo menor la consistencia interna del factor de rechazo sutil hacia los hombres homosexuales en comparación con la de los factores de rechazo abierto hacia los hombres homosexuales y rechazo hacia las lesbianas (Moral & Valle, 2011); 3) mejor ajuste del modelo de tres factores jerarquizados a un factor general en comparación con el modelo de un factor (Blackwell & Kiehl, 2008;Chonody et al, 2011) y de dos factores correlacionados (Herek & McLemore, 2011); 4) distribución normal, al menos en la puntuación total de la ATLG, al tratarse de un aspecto actitudinal adaptativo; 5) mayor promedio en el factor de rechazo sutil hacia los hombres homosexuales en comparación con los promedios de los factores de rechazo abierto hacia hombres homosexuales y rechazo hacia las lesbianas, por el cambio hacia una condena sutil de la homosexualidad en la sociedad actual que tradicionalmente ha condenado más la homosexualidad masculina en comparación con la femenina (Herek, 2004;Moral & Valle, 2012); 6) mayor correlación del factor de rechazo sutil hacia los hombres homosexuales con homonegatividad internalizada, y de los factores de rechazo abierto hacia los hombres homosexuales y rechazo hacia las lesbianas con homofobia externalizada por la afinidad de contenidos (Moral & Valle, 2012); y 7) menor rechazo de la homosexualidad en mujeres debido al mayor rechazo cultural hacia la homosexualidad masculina (Herek, 2004), éste se asienta en una representación del deseo sexual femenino como débil y al servicio de un deseo sexual masculino más fuerte (Wittig, 2005); menor rechazo en aquellos con orientación autodefinida no heterosexual debido a la congruencia con la orientación sexual autodefinida y defensa del grupo de identidad y pertenencia (Turner & Reynolds, 2007); en aquellos que han iniciado su vida sexual de pareja debido a la menor necesidad de una afirmación defensiva de la orientación heterosexual ante la ideología heterosexista (Herek & McLemore, 2013), así como en aquellos que tienen amistades homosexuales, amistades infectadas de VIH o han atendido a pacientes infectados de VIH a causa del contacto personal con el objeto estigmatizado…”